Después de leer estas líneas quizás alguna mujer quiera comprar el producto por kilos, especialmente si su apellido es Petraeus. Investigadores alemanes han comprobado que una hormona, la oxitocina,
conocida por desempeñar un papel fundamental en el parto y la lactancia
de la mujer, tiene un curioso efecto en los hombres casados. Los hace más fieles. Según la investigación, publicada en la revista Journal of Neuroscience,
los varones con pareja optan por mantener una mayor distancia entre
ellos y una mujer desconocida que les resulta atractiva cuando se les
administra esta sustancia química. Toda una ayuda para las relaciones
monógamas.
La oxitocina es imprescidible en el desencadenamiento del
parto y facilita la lactancia. La hormona, que se produce en una región
del cerebro llamada hipotálamo, también está implicada en la formación
de los lazos sociales, como los que se forman entre padres e hijos y
entre las parejas. Además, estudios previos han demostrado que la
oxitocina aumenta la confianza entre las personas. Sin embargo, los
científicos aún tenía que determinar cuál era el papel de la oxitocina
en el mantenimiento de las relaciones monógamas humanas.
En el nuevo estudio, dirigido por René Hurlemann, de la
Universidad de Bonn, los investigadores administraron oxitocina o un
placebo a través de un aerosol nasal a un grupo de hombres sanos y
heterosexuales. Cuarenta y cinco minutos más tarde, a los hombres se les
presentaba una mujer que después describirían como «atractiva». A
medida que la mujer se movía más o menos cerca de los voluntarios, a los
hombres se les pidió que indicaran lo que consideraban una «distancia ideal» y cuándo les parecía «un poco incómoda».
Los científicos descubrieron que los hombres casados o con pareja a los que se les administraba oxitocina preferían mantenerse a una distancia mayor cuando
se les aproximaba o eran abordados por la guapa desconocida, en
comparación con los que recibieron un placebo. Sin embargo, la oxitocina no tuvo efecto alguno en los solteros.
«Una investigación previa realizada con ratones de campo
identificaba la oxitocina como clave principal para la fidelidad en
animales», apunta Hurlemann. El nuevo estudio «nos proporcionan la
primera evidencia de que la oxitocina puede tener un papel similar en
los humanos».
Un resultado sorprendente
«Debido a que la oxitocina es conocida por aumentar la
confianza en las personas, esperábamos que los hombres bajo la
influencia de la hormona se acercaran aún más a la mujer atractiva, pero
ocurrió justo lo contrario», explica Hurlemann. Los hombres en una
relación estable a los que se les administró oxitocina se mantuvieron a
una distancia mayor de la mujer (10-15 cm) que los solteros.
El efecto de la oxitocina en los hombres monógamos era el
mismo independientemente de si el experimentador femenino mantenía el
contacto visual o desviaba la mirada. La oxitocina no tuvo ningún efecto
sobre la actitud de los hombres hacia la mujer, tanto los que la
tomaron como los que no la consideraron igualmente atractiva. En un
experimento separado, los investigadores descubrieron que la oxitocina
tampoco tenía ningún efecto si a los hombres se les presentaba otro
varón.
«Entre los ratones de campo monógamos se sabe que la
oxitocina juega un papel importante en la formación del vínculo de
pareja», apunta Larry Young, experto en la oxitocina en la Universidad
de Emory que no participó en las pruebas. «Este estudio sugiere que la
función general de la oxitocina en la promoción de un comportamiento
monógamo se conserva de los roedores al hombre».
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