Nueva York — Un estudio médico publicado esta semana reavivó la eterna polémica sobre la dimensión del miembro masculino y el placer sexual de la pareja.
La investigación, realizada por urólogos surcoreanos, asegura que para conocer el tamaño del pene de un hombre, simplemente hay que observar sus manos. Los expertos concluyeron que aquellos que poseen el dedo anular más grande que el dedo índice también suelen tener un pene más grande.
Más allá de la interpretación científica del análisis, lo que de verdad resurge con este tipo de noticias, es el constante debate sobre la importancia del tamaño del pene, su implicación en las relaciones sexuales, y la obsesión de muchos hombres con estar "bien dotados".
El sexólogo Carlos Maldonado dice que los resultados del estudio publicado en Corea del Sur son ciertos, pero que se debería comprender también la relación que tiene la investigación con el lugar donde se ha realizado. "Hay que tener en cuenta que esto fue en Corea del Sur, y allí, en relación con el tamaño del pene, están por debajo de la media mundial", afirma el sexólogo.
Con respecto a la connotación que tiene el tamaño del pene en la vida sexual de las personas, Maldonado cree que "la pornografía, mostrando esos cuerpos completamente excepcionales, con esas mujeres de grandes pechos y varones con penes de tamaños exorbitantes, ha distorsionado completamente la realidad, porque no se corresponde con la vida común de las personas".
"En la práctica sexual de la mayoría de las parejas, tener un pene pequeño no es una de las principales quejas, más bien todo lo contrario, la mayoría de mis pacientes vienen con problemas porque su marido tiene un pene excesivamente grande y le duele cuando está siendo penetrada", dice el sexólogo dominicano que tiene su clínica en Nueva York.
Maldonado dice que existe una gran desinformación acerca de esto. "Aquellos que tengan dudas o problemas con su pene, consulten un médico o terapeuta sexual".
El especialista indica que la autoestima no se debe de perder por algo así. Los roles que imponen las campañas de publicidad, las promociones de métodos de alargamiento de pene en la madrugada televisiva, junto con la falta de información precisa sobre este tema, a juicio de algunos expertos como Maldonado, contamina el debate y lo ensucia con mentiras.
Debido a que el estudio procede del extranjero, algunas personas consideran inadecuado aplicarlo a este país. Otros, sin embargo, confían en la "sagrada" palabra de los médicos, expertos que deben de conocer estos asuntos mejor que el ciudadano de a pie. Pero la mayoría entiende que, detrás de todas estas encuestas, análisis e investigaciones, reside una profunda inquietud sobre las "partes íntimas" del hombre.
Carlos Buenaventura, por ejemplo, dice que "tal cosa es imposible" porque su hermano "tiene una mano gigantesca y su genitales son realmente pequeños".
Virginia Prado, por otro lado, dice que "esto es una estupidez" y "una ordinariez", algo que fomenta el mito y "las tonterías de siempre".
"Si lo dicen los médicos… será verdad", afirma un tanto dubitativa Casilda González.
Por su parte, Arístide Moscoso cree que "en un principio decían que era la nariz, y luego resultó que no era verdad, y ahora dicen que es la mano" y concluye diciendo que "en realidad, nunca lo sabremos".
Isabel Taberos, a raíz de este estudio, manifestó su desacuerdo con lo que afirmaban los urólogos surcoreanos: "No me lo creo, mi marido tiene una mano normal y está muy bien ahí abajo".
Existen también otros problemas: los complejos y las inseguridades que provoca en el hombre el considerarse poco afortunado con la longitud y grosor de su pene.
El tamaño puede ser importante, sí, pero no lo fundamental en una vida sexual con pretensiones de ser placentera.
El especialista indica que la autoestima no se debe de perder por algo así.Los roles que imponen las campañas de publicidad,las promociones de métodos de alargamiento de pene en la madrugada televisiva,junto con la falta de información precisa sobre este tema,a juicio de algunos expertos como Maldonado,contamina el debate y lo ensucia con mentiras.
Debido a que el estudio procede del extranjero, algunas personas consideran inadecuado aplicarlo a este país. Otros, sin embargo, confían en la "sagrada" palabra de los médicos,expertos que deben de conocer estos asuntos mejor que el ciudadano de a pie.Pero la mayoría entiende que,detrás de todas estas encuestas,análisis e investigaciones,reside una profunda inquietud sobre las "partes íntimas" del hombre.
Carlos Buenaventura, por ejemplo,dice que "tal cosa es imposible" porque su hermano "tiene una mano gigantesca y su genitales son realmente pequeños".
Virginia Prado,por otro lado, dice que "esto es una estupidez" y "una ordinariez",algo que fomenta el mito y "las tonterías de siempre".
"Si lo dicen los médicos… será verdad",afirma un tanto dubitativa Casilda González.
Por su parte,Arístide Moscoso cree que "en un principio decían que era la nariz,y luego resultó que no era verdad, y ahora dicen que es la mano" y concluye diciendo que "en realidad, nunca lo sabremos".
Isabel Taberos,a raíz de este estudio, manifestó su desacuerdo con lo que afirmaban los urólogos surcoreanos:"No me lo creo,mi marido tiene una mano normal y está muy bien ahí abajo".
Existen también otros problemas: los complejos y las inseguridades que provoca en el hombre el considerarse poco afortunado con la longitud y grosor de su pene.
El tamaño puede ser importante,sí,pero no lo fundamental en una vida sexual con pretensiones de ser placentera.