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4/03/2010

El misterio de los estigmatizados

¿Sabes si el término “estigmatizado” sólo se aplica a los cristianos que tienen las llagas de Jesucristo o existen otros casos en otras religiones?
El término estigmatizado viene del latín stigma y éste a su vez del vocablo griego que significa picadura. Un estigma es una marca o señal en el cuerpo. Por lo que se conoce en el ámbito religioso, un estigma es una huella que se ha marcado sobrenaturalmente en el cuerpo de algunas personas muy devotas cristianas como símbolos de la identificación de sus almas con la pasión de Cristo. Estos estigmas son heridas sangrantes que aparecen espontáneamente en las manos, los pies, la frente o el costado de una persona, similares a las heridas que sufrió Jesús durante su crucifixión, por lo tanto se estudia como un fenómeno del fervor cristiano y más concretamente del católico. En algunos casos sólo aparecen las marcas de las llagas; en otros éstas se acompañan de dolor y pérdida de sangre (se dice que hasta una pinta de sangre al día). A través de la historia se han registrado más de 300 casos de personas estigmatizadas en esta forma. Algunos de estos viven en la actualidad y están documentados por la religión y la ciencia.

En la mecánica del sangramiento, la sanación sobreviene unas horas después de aparecer las heridas. Algunos estigmatizados alegan sentir dolor físico, incomodidad, tristeza, debilidad y depresión antes de comenzase a sangrar. La sangre empieza a brotar de las heridas durante un espacio de tiempo y luego se detiene, sin más, y la herida sana. Los estigmas pueden darse en una sola parte del cuerpo o en varias al mismo tiempo.

La ciencia nos dice que los estigmas son psicosomáticamente inducidos, que se trata de un desorden físico que se origina o se agrava por un proceso emocional. Lo curioso es que la teoría científica no se ha podido comprobar totalmente. Sabemos que afecta a hombres y a mujeres por igual, y que todos tienen en común una fe inquebrantable y una identificación total con la pasión y muerte de Jesucristo.
El primer estigmatizado que se registró fue Stephen Langton en 1222 en Canterbury, Inglaterra. En 1224, San Francisco de Asís tuvo una visión en la que fundaba una orden de frailes cerca de su pueblo. De acuerdo con los relatos, mientras rezaba fuera de la cueva, después de 40 días de retiro, San Francisco no sólo recibió los estigmas de Jesús, ¡sino que aparecieron clavos en sus heridas! En 1275, una monja llamada Elizabeth aseguró ver la crucifixión de Jesucristo. Acto seguido, le aparecieron en la frente las huellas de las espinas de la corona de Jesús.

De acuerdo con la enciclopedia católica, existen estigmas invisibles en que la persona sufre sin tener las heridas sangrantes. La síntesis de esta gracia o don divino, según la Iglesia Católica, consiste en la piedad por Cristo, la participación en su calvario y pasión, y la expiación de los pecados de la humanidad. De no darse estas condiciones, los estigmas serían símbolos sin propósito, una representación teatral para llamar la atención.

No obstante, hasta el presente no ha surgido una explicación válida para las cinco circunstancias presentadas por los estigmas, que son que los médicos no logran curar las heridas mediante sus procedimientos rutinarios, las heridas no emanan un olor fétido, como otras heridas de larga curación; algunas heridas emanan perfumes, como las de la abadesa franciscana de Toledo y Lucía de Narni; no se han producido casos de estigmas en personas no creyentes, y aunque suene increíble, la verdad es que hay casos en que la sangre derramada no corresponde con la de la perdona estigmatizada.
Uno de los estigmatizados más famosos de la historia reciente fue el Padre Pío de Pietrelcina, mejor conocido como Padre Pío, al que también se le atribuyeron varios milagros. Padre Pío llevó los estigmas de Cristo durante 50 años, pero días antes de su muerte en el 1968 todas las heridas desaparecieron sin dejar rastro.

Llevamos casi un milenio tratando de descifrar este curioso fenómeno: ¿Serán arrebatos religiosos? ¿Casos psicosomáticamente extremos? ¿Actos de magia espectaculares? A su juicio lo dejamos.
Virginia Gómez es la presentadora de "La Hora Mágica" que transmite WKAQ-580 Univision todos los domingos de 2:00 a 4:00 de la tarde y de "El Momento Mágico" que transmite Univision los jueves dentro de "Tu Mañana". Puedes contactarla a través de: horamagica@yahoo.com.
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